Mariana Reyes lo tenía todo: era una de las joyas de Tigres Femenil, la hermana menor del defensa del América Israel Reyes, y la mitad de la pareja perfecta del fútbol mexicano. O al menos... eso veía el mundo. En privado, su relación con Sebastián Córdova era una tormenta silenciosa, un infierno disfrazado de amor. Gritos, celos, control. Y ella, intentando brillar mientras su corazón se apagaba poco a poco. Cuando recibe la inesperada oferta para jugar en el América, piensa que solo será un cambio de camiseta. No imagina que será el principio de su libertad... ni que ahí encontrará a la persona que cambiará su vida para siempre. Brian Rodríguez nunca ha sido el héroe de nadie. Pero el día que ve a Mariana romperse, algo en él despierta. Algo que no está dispuesto a ignorar. Él quiere protegerla. Ella teme volver a sentir. Y entre entrenamientos, secretos, miedo y valentía... nace un amor que tendrá que enfrentarse a todo: al pasado, a la presión, a los medios, y a un hombre que no piensa dejarla ir fácilmente. Porque Brian no está jugando. Con Mariana... no piensa rendirse. Aunque tenga que desafiar al mundo entero.

Israel Reyes es uno de los defensas más sólidos del América... y también uno de los más reservados. Lejos de los reflectores y las entrevistas, guarda un rincón de su vida solo para él: las noches frente a la consola, donde se convierte en un jugador anónimo más, sin fama, sin presiones, solo con el control en las manos y la mente despejada. Emma tiene sus propios refugios. Entre jornadas de trabajo y una rutina que la ahoga, los videojuegos son su escape. Juega bien, tan bien que ha aprendido a esconderse tras un alias sin género y un micrófono apagado. No quiere que la traten diferente por ser mujer. No quiere que nadie sepa quién es. Dos mundos, dos vidas distintas, una misma conexión. Todo empieza con partidas compartidas, mensajes breves y victorias digitales. Emma no sabe que su compañero de equipo es un futbolista famoso. Israel no sabe que esa "voz silenciosa" que juega como nadie, en realidad es una mujer. Pero algo los une: la rutina, la risa contenida, la curiosidad creciente... y una cámara que, por error, lo cambiará todo. Lo que comenzó como un juego se convertirá en una historia de miradas ocultas, secretos no dichos y sentimientos que florecen a través de una pantalla. Porque a veces, la persona que más te entiende... no conoce tu cara, pero sí tu alma.

Armando González tiene 21 años, juega en Chivas, vive por y para el fútbol. Su vida es disciplina, silencio y objetivos claros. No hay espacio para fiestas, ni para errores, ni mucho menos para enamorarse. Renata, en cambio, vive como si cada día fuera el último. Literalmente. Fiestera, intensa, brillante. Ama con fuerza, se ríe más fuerte, y guarda en secreto el motivo por el que no puede permitirse dejar nada para después: su corazón es una bomba de tiempo. Dos mundos completamente distintos, dos formas de vivir que colisionan en el lugar menos esperado: Ella solo iba como fan. Él como parte del club. No tienen idea de que algo en ellos cambiará para siempre. Esta no es solo una historia de amor. Es una historia sobre aprender a vivir. Sobre atreverse a sentir. Y sobre descubrir que a veces, el verdadero partido se juega dentro del pecho.

¿Para el amor hay edad? ¿Cuántos años de diferencia son suficientes para juzgar una relación?¿Solo es un número? Cuando dos personas están destinadas a estar juntas,así pasen un millón de situaciones a su alrededor,la vida se encarga de ponerlos en el lugar donde corresponden. "La gente dice que no deberíamos estar juntos, que somos muy jóvenes para entender un "para siempre" Ellos no saben sobre las noches despiertos Ellos no saben que he esperado toda mi vida solo para encontrar un amor que se sienta así de bien Ellos no saben lo especial que eres Ellos no saben lo que le has hecho a mi corazón Ellos pueden decir lo que quieran porque no saben de nosotros " They don't know about us

Armando González sigue sumergido en el abismo silencioso que dejó la partida de Renata. Aunque el mundo continúa girando, para él todo se detuvo aquella madrugada. La ausencia pesa, los recuerdos arden y el amor que no pudo quedarse lo acompaña en cada paso. Entre silencios, madrugadas eternas y páginas escritas con el alma, intenta volver a respirar... aunque a veces no quiera. Gaby y Mateo se mantienen a su lado, siendo el refugio cuando todo amenaza con desbordarse. Y aunque Armando cree que no queda nada por reconstruir, el tiempo -caprichoso y paciente- tal vez le demuestre que no se trata de olvidar a quien amaste, sino de aprender a vivir con su recuerdo... para poder volver a sentir. Este no es un relato sobre reemplazar, sino sobre sanar. No es una historia de olvido, sino de memoria, amor y renacimiento. Porque el duelo no se va en un día... Pero tampoco se queda para siempre.

Un amor inesperado en medio del juego más peligroso: el de los sentimientos. Sebastián Córdova lo tiene todo: fama, talento y una fila interminable de admiradoras. Pero detrás de la imagen del futbolista perfecto, se esconde un hombre frío y herido que dejó de creer en el amor desde que fue traicionado por quienes más confiaba. Su vida gira entre goles, fiestas y corazones rotos que no le quitan el sueño... hasta que aparece Sofía. Ella, una mujer de 28 años, dulce, sensible y con más miedos que certezas, llega a su mundo sin buscarlo, creyendo que no encaja en ese universo donde el amor parece un juego sin reglas. Pero lo que comienza como una coincidencia, termina por convertirse en una sacudida emocional que los obligará a enfrentarse a su pasado, sus inseguridades y a todo aquello que creían tener bajo control. ¿Podrá un chico que ya no cree en el amor aprender a sentir de nuevo? ¿Y una mujer rota por dentro, confiar en alguien con fama de romper corazones? Cuando el corazón está fuera de lugar, hasta el más hábil puede perder el partido.

Kevin Álvarez y Frida eran la pareja perfecta: él, la estrella del América varonil; ella, la joya del equipo femenil. Dos años juntos, un amor de portada y un futuro que parecía escrito desde niños. Pero todo cambió el día que Frida decidió dejarlo... por otro futbolista. En medio del dolor, Kevin descubre algo inesperado: Meredith, exmejor amiga de Frida y ahora su compañera en el club, alguna vez estuvo enamorada de él. Un secreto que ella guardó en silencio durante años. Dolido, confundido y con ganas de demostrar que puede seguir adelante, Kevin le propone a Meredith lo impensable: fingir una relación. Lo que ninguno de los dos imagina es que, entre las mentiras y el pasado compartido, la línea entre lo falso y lo real empezará a desdibujarse.

Hay historias que comienzan con un beso. La de Sofi, Kevin y Brian comenzó con una promesa de infancia, tres niños que crecieron compartiéndolo todo: las risas, los miedos, las tardes en la sala de una casa que los volvió hermanos aunque no llevaran la misma sangre. Pero crecer cambia las reglas. Kevin siempre fue el protector, el alma libre, el chico que decía en voz alta lo que sentía, aunque no siempre supiera cómo lidiar con lo que callaba. Brian fue el observador silencioso, el que aprendió a hacerse a un lado por amor, incluso cuando eso dolía más que quedarse. Y Sofi... ella fue el puente entre ambos, la amiga de siempre, la constante. Hasta que ya no lo fue. Ahora, adultos, bajo un mismo techo, los silencios pesan distinto. Las miradas duran un poco más. Y los latidos, aunque aún cercanos... no siempre van al mismo ritmo. Porque a veces, cuando creces con dos corazones a tu lado, descubres que el tuyo ya eligió mucho antes de que te dieras cuenta. Y hay decisiones que se sienten como traiciones. Y verdades que arden más que las mentiras. Y amores que, por más que duelan... no puedes evitar.

Él estaba acostumbrado a que lo tocaran. Ella, a no sentir nada al hacerlo. Sebastián Córdova no creía en límites. Ni en la cancha, ni en la cama. Famoso, deseado, y adicto a las noches sin nombre. Nunca repite. Nunca se involucra. Hasta que conoce a Valentina Ríos. Fisioterapeuta del club. Profesional. Directa. Y completamente inmune a su encanto... o eso cree. Pero el cuerpo tiene memoria. Y cuando el deseo traspasa la piel, las reglas se borran. Lo que comenzó como una provocación inocente se convierte en un juego peligroso. Uno donde no solo se desnudan los cuerpos, sino también las heridas. Porque cuando el contacto es tan intenso que quema... ¿quién se atreve a apagar el fuego?

Todo comenzó con un juego. Una concentración del equipo. Una noche cualquiera. Risas, bromas, retos sin sentido. Israel Reyes perdió en un juego con sus compañeros... y el castigo fue simple: debía seguir a una persona al azar en Instagram y no quitarle el follow durante un mes. No podía escribirle, no podía dejar de reaccionar a sus publicaciones, no podía rendirse antes del día treinta. Solo mirar. Solo seguir. Y entonces, entre los cientos de cuentas que aparecieron... la siguió a ella. Ella, por su parte, no podía creerlo. ¿Israel Reyes, jugador del América, la había seguido? Se quedó helada. Dudó. Miró el perfil una y otra vez. Pero era real. Y cuando vio que empezaba a reaccionar a sus historias... el corazón le tembló. Lo que ninguno de los dos sabía era que ese seguimiento sin palabras sería el inicio de algo mucho más grande. Porque a veces, una simple acción puede cambiar el rumbo de dos vidas. Y lo que empezó como un reto... se convirtió en destino.