Rubí
Suke no nació siendo un vincio con el poder de controlar el fuego, pero ha sido así desde que puede recordar. A los cuatro años le colocaron el collar que anulaba su voluntad y le convirtieron en un esclavo. Ahora, con diez, tiene el cuerpo cubierto por las marcas de los latigazos. Lo que no sabe es que su vida está...