Marta escribe novelas eróticas en secreto y Fina dibuja planos con escuadra y alma de Excel. Viven puerta con puerta, comparten una terraza y, para su desgracia, pronto también los nervios. Entre discusiones por plantas, gatos descarados y alguna que otra toalla mal puesta, lo que empieza como una guerra fría de vecinas acaba convirtiéndose en un incendio emocional difícil de apagar.

Diez años después de un amor juvenil roto en silencio, Fina Valero y Marta de la Reina vuelven a encontrarse en el Festival de Cine de San Sebastián. Ambas son ahora actrices de prestigio, visibles, admiradas, pero entre ellas aún permanece la herida de lo que nunca se dijo. Fina, convertida en la gran intérprete que siempre soñó ser, arrastra el rencor de un abandono que la marcó para siempre. Marta, estrella consagrada, regresa con el peso de la culpa y un deseo que no se ha extinguido. El festival, con su bullicio de focos, estrenos y photocalls, se convierte en el escenario perfecto para el reencuentro más temido y, a la vez, más inevitable.

"La vida empieza cuando entiendes que mereces a una persona que resalte tu ternura y no tu instinto de supervivencia"

Dos desconocidas, un croissant, una casa rural, y una mentira que se les va de las manos. Fingir ser novias nunca fue tan divertido... ni tan peligroso.

Fina Valero no cree en los cuentos de hadas. Tiene suficiente con no perder la casa de su padre, sobrevivir a catas de vino con pijos en trajes de diseñador y evitar a toda costa los recuerdos que aún huelen a verano, uvas fermentadas y un apellido que preferiría no volver a oír: De La Reina. Marta De La Reina lo tiene (casi) todo: apellido, finca, una familia que la desquicia que es dueña de una Bodega de vinos... y sobre todo, tiene una propuesta para callar bocas en la boda de su hermano, una que huele a desastre. El trato era simple: una cena, una mentira y un papel que ninguna de las dos pensó tomarse tan en serio. Pero hay miradas que no se fingen, heridas que no se olvidan y química que ni el tiempo consigue diluir. Y aunque juraron que sabían lo que estaban haciendo... ninguna tenía idea de que las etiquetas fuesen tan difíciles de controlar. "El plan era fingir en una cena. Lo que no planearon fue todo lo demás"

Serafina "Fina" Valero es una ambiciosa inspectora de policía que se encuentra investigando el complejo caso de una banda de ladrones de joyerías. Sus labores se ven entorpecidos con la aparición de Marta De La Reina, periodista reconocida e hija del Comisario Mayor y jefe de Fina, ya que la reportera investiga el mismo caso con la intención de sacar un libro al respecto. Su vínculo, cordial desde el inicio, no tarda en convertirse en algo más profundo e íntimo, pero esos nuevos sentimientos que enriquecen sus vidas por un lado, provocan complicaciones en lo relativo al caso y la investigación que lo rodea, ya que a medida que avanzan en ambos campos, comienzan a sucederse secretos que ponen en jaque sus trabajos, el amor que las va uniendo y hasta sus propias vidas. Una historia con misterios, líos, enredos, pasión y lujuria; "La Joya de La Reina" nos plantea una pregunta: ¿hasta dónde serías capaz de llegar por amor?

Fina acaba de comenzar como becaria en una de las redacciones más importantes del país. Ahora tendrá que hacer frente a un nuevo y precario trabajo para comenzar a escalar en su labor periodística y a una jefa que no le va a poner las cosas fáciles.

En una casa antigua, casi viva, escondida entre montañas y susurros, dos mujeres separadas por décadas comienzan a sentirse y a soñarse sin haberse visto nunca. Fina Valero es una restauradora de casas antiguas que llega en pleno 2025 con la tarea de devolverle alma a esas paredes. Marta De La Reina es maestra en los años cuarenta, casada con un hombre al que temía y guardiana de un amor prohibido que escribió con tinta y fuego. Algo las une. Algo las llama. Y en medio de un país que aún esconde heridas bajo tierra, las fronteras entre el tiempo, el deseo y la verdad empiezan a desdibujarse. Porque hay historias que no se apagan. Porque hay cuerpos que arden incluso desde el pasado.

-A ver... Es de dominio público que Fina es un poco...- alargó la última vocal de la frase.- Vamos a dejarlo en que tiene problemas de fidelidad. Ojo eh, que Esther tampoco se queda atrás. Pero es que lo de Fina es una cosa... El chico se encendió el cigarro que llevaba entre los labios. Ella asintió mientras le quitaba el paquete de la mano sin pedirle permiso. En lo más profundo de su interior estaba riéndose de él. Ese tal Mateo no sabía de Fina ni un uno por ciento de lo que se pensaba. La conversación sólo confirmó lo que ya sabía desde hace rato: que nadie ahí conocía a Fina Valero ni la iba a conocer como Marta De la Reina. Saga completa de los one shots de High (In)fidelity

A finales del siglo XIX, en el corazón de Castilla, Fina Valero crece entre los muros fríos de un convento, donde el deber y la fe intentan domar el fuego de una voluntad indomable. Huérfana de amor y destino, su infancia transcurre entre la obediencia impuesta y la esperanza susurrada en los rincones. Pero cuando deja atrás la sotana y el silencio, el mundo se le revela con toda su crudeza: una joven sola, sin fortuna, enfrentándose al abismo de su libertad. Contratada como institutriz en la remota Finca de los Olmos, Fina conocerá a Marta de la Reina, una mujer enigmática, de alma herida y mirada feroz, que guarda secretos entre las sombras de la casa. Entre ambas nacerá un vínculo que desafía el tiempo, la moral y los límites impuestos por una sociedad que no perdona a quienes aman fuera del molde. La historia de Fina es una travesía de renuncia, deseo y redención. Es el eco de una pasión que arde entre nieblas, de una verdad que se alza pese al escándalo. Cuando todo parece derrumbarse, cuando el pasado amenaza con tragarlas a ambas, Fina deberá elegir entre el orgullo y el perdón, entre la huida y el regreso. 1880 no es solo una adaptación de Jane Eyre: es el retrato de una mujer que se busca a sí misma en un mundo que no le ofrece un lugar, y lo encuentra en el amor prohibido que, sin embargo, le da razón y sentido a su vida. Y es mi forma de decirle a usted, señorita que me lee, que a falta de petirrojos y golondrinas, esta historia es para usted.