AshleyMoa
En el mundo de la Fórmula 1, Lando Norris se convierte, sin querer, en el centro de una batalla absurda y divertida: Toto Wolff y Christian Horner se pelean como padres divorciados por "la custodia" del piloto de McLaren. Ambos lo consienten, lo cuidan más que a sus propios pilotos y no pierden oportunidad para competir por su atención, provocando risas entre los jefes de McLaren.
Al principio, Lando-tierno, cariñoso y algo inocente-les sigue la corriente, aceptando los regalitos, consejos, comidas y protección exagerada. Pero con el tiempo se empieza a sentir abrumado. Comienza a esconderse en el garaje de su equipo o finge estar ocupado o enfermo para evitar a sus dos "padres adoptivos".
Aun así, ni Toto ni Christian se rinden. Le mandan comida, lo buscan en cada paddock y hasta se enfrentan en entrevistas con indirectas sobre quién lo cuida mejor. Mientras tanto, Lando solo quiere un poco de paz... y tal vez una orden de alejamiento cariñosa.