A veces Dan toma ventaja sobre estar demasiado ebrio para caminar hasta su casa, por suerte cuenta con la ayuda de su novio Jaekyung, quien está dispuesto a llevarlo en brazos como princesa.

-¿Todo bien señor? -Dan lo miraba entre preocupado y curioso. No era común que Jaekyung perdiera los estribos al ver su teléfono. Estaba acostumbrado a lidiar con fanáticos y molestos trolls. Por lo regular no le daba importancia a ninguno de ellos, si era amado u odiado no era algo que le interesara. Para lo que no estaba preparado era para ver el pequeño séquito de seguidores que el fisio había acumulado en un par de días.

Dan regresó a casa con sus mejillas sonrojadas, había salido a correr como todas las mañanas o al menos esa era la excusa que usaba, llevaba alrededor de 3 meses teniendo un amorío con Jaekyung.