The Best Man
No sabía su nombre, pero escuché su risa, probé sus labios, sentí su cálida piel cuando la sostuve en mis brazos. Juntos veíamos a nuestros niños jugando en la arena, con el océano caliente lamiendo la orilla detrás de ellos mientras el sol poniente pintaba el cielo. El era mi alma gemela y esta era nuestra vida, nues...