El paseo de tus mismas lágrimas
Sus ojos se posaban tiernamente en aquel joven, y sus piernas temblaban cada vez que sonreia. Para Álvaro, era el hombre ideal, aquel con quien soñaba compartir votos matrimoniales y construir una vida juntos. En esa etapa de juventud, su inocencia y candidez lo hacían parecer ingenuo, pero era un reflejo de un corazó...