Un Deseo Que Cambió el Destino.
¡¡Ojalá nunca hubieras llegado a mi casa!! Ese fue el grito que Jiang Cheng hizo cuando vio cómo su hermano moría con el filo de su espada. Y las últimas palabras que pudo decir antes de ver a su hermano caer para posteriormente ser devorado por los cadáveres. Un deseo puede darte la felicidad, pero ¿qué harás cuand...