Ryan Bickman es el típico chico emprendedor que busca el amor y la felicidad, cuando él creía que lo tenia todo, se lo quitaron sin más, el destino no siempre es justo. Ahora en la soledad más profunda llega alguien que le cambiara su vida y la forma de verla. Hay cosas que existen aunque no las podamos ver. El verdadero amor no siempre es el primero. Los ángeles existen, al igual que los demonios. Sin pedirlo él se quedara atrapado en una guerra milenaria, donde el triunfo y la victoria será cumplir su más profundo sueño. La vida no es justa, pero eso la hace interesante.

Normalmente uno se pone a pensar a que tenemos miedo, en nuestras inseguridades, en aquellos momentos que nos han marcado, que nos han derrumbado, decisiones por las cuales tenemos que aceptar las consecuencias. Esto le pasa a Alexander, un chico que lo tenía todo, amor, familia y amistad, pero todo se vino abajo tras una decisión y la aparición de un virus mortal. Tan mortal que cambia el mundo que el alguna vez llamo hogar. El miedo gobierna, al igual que la oscuridad. Pero no solo tiene que vivir con sus temores, sino con las pesadillas que lo rodean día y noche y con la pregunta que siempre lo atormenta ¿Habré elegido bien? La oscuridad gobierna, pero siempre habrá una luz, aunque la hayas apagado en tu pasado. Despecho. Mentiras. Peligro. Miedo. Dolor. Felicidad. El amor puede ser más toxico que un virus.