Él nunca pidió ayuda. Ni la quiere. Pero tras tener episodios de pánico, la discográfica contrata una nueva incorporación al equipo, una psicóloga demasiado joven para parecer seria y demasiado guapa para ser ignorada. Ella está allí para ayudarlo durante la gira, pero la cercanía entre ellos hace que todo cambie. Las sesiones se vuelven nocturnas, clandestinas, cada vez más íntimas. Ella escucha. Él confiesa. Y de a poco, lo que debería ser profesional se vuelve personal. Peligrosamente personal. Porque ella lo entiende como nadie. Y él le muestra partes de sí mismo que ni él conocía. Y en medio de canciones, heridas abiertas, giras caóticas y miradas que queman... Empiezan a romper todas las reglas.

Recordar [re.koɾ.ˈdaɾ] Del latín 'recordaris' 1. Volver a pasar por el corazón.

Una noche, una mirada, una tensión. Giuliana no soporta a Airbag. Patricio Sardelli tampoco la soporta a ella. Pero el destino -y un boliche en Palermo- tiene otros planes. Entre prejuicios, chispazos y verdades a medias, dos mundos que parecían opuestos empiezan a cruzarse... aunque ninguno esté listo para lo que puede pasar.

Dicen que del amor al odio hay un solo paso pero, ¿que hay de la amistad al amor? ¿cuantos pasos hay?

Una ciudad ahogada en lluvia. Un auto viejo que dice basta. Una ayuda inesperada. Juliana no cree en las casualidades, ni en la gente que se aparece de la nada. Pero esa tarde, empapada hasta los huesos y con el caos rugiéndole en la nuca, se cruza con alguien que parece salido de otro tiempo. No sabe su nombre, no le importa su historia. Solo sabe que algo en él la desacomoda. A veces, lo que arranca con un "¿te doy una mano?" puede terminar cambiando el rumbo entero.