Aridazai
Chuuya había perdido todo color en su vida tras la muerte de la mujer que tanto amaba, una chica vibrante y caótica que le llenó de alegría y le mostró una nueva forma de vivir. Su mundo se sumió en el silencio, sin sabor ni sentido, hasta que un día Osamu Dazai, su nuevo compañero de habitación, irrumpió en su vida. Con su torpe cocina, su energía constante, y su singular sentido del humor, Dazai poco a poco empezó a devolverle las sonrisas y a llenar su vacío con momentos inesperados. Aunque Chuuya no esperaba volver a amar, Dazai se propuso devolverle el brillo a su corazón roto, siendo el causante de su felicidad.