Sofimaca
- Reads 2,974
- Votes 375
- Parts 8
La mansión Wayne estaba iluminada solo por las luces cálidas del pasillo, pero Damian caminaba por ellas como si fueran sombras. Tenía el ceño fruncido, los puños cerrados detrás de la espalda, intentando aparentar calma cuando por dentro sentía algo que no podía poner en palabras.
-No entiendes lo que significa trabajar en equipo, pequeño demonio -bufó Jason, con esa sonrisa cansina que siempre parecía una daga.
-Siempre vas a creer que puedes con todo tú solo -añadió Tim, sin mirarlo, concentrado en su computadora-. Algún día eso va a costarnos caro.
Y luego estaba Dick. Él no lo insultaba, pero lo miraba con decepción, como si esperara algo que Damian nunca lograba alcanzar. Esa mirada pesaba más que cualquier palabra.
Cuando finalmente estuvo a solas, Damian se dejó caer en el sillón de su cuarto. Clavó sus uñas en las palmas hasta que dolió. No importa. No necesitan ver nada. No necesitan saber.
Pero la voz de su padre aún resonaba en su cabeza:
-Controla tus emociones. Los Wayne no se quiebran.
Damian apretó los dientes. Por dentro algo empezaba a resquebrajarse. Cada palabra, cada mirada, cada suspiro dirigido hacia él era un recordatorio de que tal vez no era un hijo, sino simplemente el demonio que todos temían.