Bianca, anhelaba con todas sus ansias ser aceptada en el programa de pasantías de BS Corporation, y sintió pánico, cuando estando en el sofisticado edificio, ya lista para su entrevista, un descuido la hizo caer con su trasero sembrado en el piso, a... pero eso no fue lo peor, el crack que escuchó, fue el tacón de su zapato, y por si no era suficiente de bochornos, un elegante y hermoso hombre la ayudó a recuperar el equilibrio en aquel resbaladizo espacio. Stefan, un tipo inteligente, guapo y multimillonario, acostumbrado a tener lo que quiere, ¡cómo y cuándo lo quiere!, es amante de su privacidad y no le gusta tener que rendirle cuentas a nadie. Se ha vuelto alguien cínico en el amor y dejó de creer en él, hace muchos años. Y aquel día que pintaba de lo más normal, no se me imaginó que al salir del ascensor, se encontraría tirada en el suelo, mostrándole unas hermosas braguitas blancas, a la única mujer con quien se había prohibido fantasear, para evitar perder a un gran amigo de la familia, pero él, siendo un hombre que sabe aprovechar las oportunidades, tomará esta, y procurará convertirla en su amante. Aunque Bianca no se lo pondrá fácil y presentará batalla para evitar convertirse en una muñequita sumisa y follable. Ambos tienen un reto por delante, ella tendrá que lidiar con el hombre controlador que le ha robado el corazón y él tendrá que tomar decisiones.

En una época donde usar corsé era obligatorio y contraer matrimonio un sueño anhelado, Aurora Brinworth se ve envuelta en un gran escándalo que la obliga a casarse con un hombre que no ama para evitar que su reputación sea arruinada. Pero su mayor problema no será eso, sino el regreso de su hermano mayor que no veía desde hace años, descubriendo sentimientos que no sabía que existían, obligándola a revivir un pasado del que estaba segura había dejado atrás, y con ello tantos secretos que la familia Brinworth creyó mantener ocultos. Y desatando algo que en esa época podría significar el exilio de la sociedad.