Ian era playboy al que pocas mujeres podían resistirse, cuyos placeres él disfrutaba, hasta que un día comenzó a sentir que ya no deseaba nada de eso y empezó a desear más de lo que recibía, haciéndose una promesa a sí mismo: su cuerpo no volvería a unirse al de ninguna otra mujer hasta que estuviera seguro que esa podía durar en su vida más de un instante. Para Amy, después de un par de un par de corazones rotos, se dijo que así misma que el amor pareció no haber sido hecho para ella, así que decidió que estaría mejor si no volvía a correr el riesgo . ¿El problema? La vida está hecha para dar giros inesperados. Un viaje, una noche, muchos tragos y sus planes cambiarán. ¿Para bien o para mal? Eso sería algo que ellos tendrán que descubrir. ... ...