He aquí, caros amigos míos, la historia de la adolescencia de aquél a quien tanto amasteis y que ya no existe. Mucho tiempo os he hecho esperar estas páginas. Después de escritas me han parecido pálidas e indignas de ser ofrecidas como un testimonio de mi gratitud y de mi afecto. Vosotros no ignoráis las palabras que pronunció aquella noche terrible, al poner en mis manos el libro de sus recuerdos: «Lo que ahí falta tú lo sabes; podrás leer hasta lo que mis lágrimas han borrado». ¡Dulce y triste misión! Leedlas, pues, y si suspendéis la lectura para llorar, ese llanto me probará que la he cumplido fielmente.

El camino del éxito empieza cuando uno realmente se dedica a algo y dice: "Quiero tener éxito". Algunas veces vamos a fracasar, pero de ese fracaso se empieza a aprender y se logra obtener la gloria que uno tanto desea. Hay personas que creen que el dinero los va a hacer triunfar, pero no. El dinero no es el éxito. Primero, para tener éxito, se necesita saber muchas cosas. Así cuando uno fracasa, aprende cosas nuevas. Segundo, hay que fracasar muchas veces para empezar a triunfar. Sin fracaso, no hay éxito. Por último, uno debe ponerse a pensar y no ser tan egoísta con ese éxito que ganó. Si tienes éxito en la vida, guárdatelo y no lo pases gritando para que todo el mundo se dé cuenta de que eres exitoso y egoísta. Si no sabes a lo que te quieres dedicar, no me lo preguntes a mí, tienes que decidirlo tú. Por otra parte, uno nace con un talento que Dios da. Hay personas que son capaces de: dibujar, pintar, enseñar a las demás personas, entre muchas otras cosas. El éxito requiere muchos sacrificios, tener objetivos o metas que quieras cumplir. El éxito es: un porciento inspiración y un noventa y nueve porciento transpiración. En la vida, uno va a tener dos opciones en el camino: Triunfar o Fracasar. Si decides fracasar, vas a ser un vago sin trabajo que va a andar pidiendo limosna en la calle. Si decides triunfar, vas a ser una persona con un buen empleo, muy exitosa y que va a ayudar a las demás personas. Así que, si decides fracasar, es tu problema. Si tu decides triunfar, serás feliz al pensar que el dinero no te va a hacer siempre feliz. Ten cuidado con tus dos opciones del camino hacia el éxito. Si quieres conseguir algo, lucha por ello. Nunca te rindas! Si realmente te esuferzas, tendrás éxito??

narra la historia de Catalina Guzmán de Ascencio, quien lucha contra la opresión de su esposo, el general Andrés Ascencio, en el México de los años 1930. Catalina, interpretada por Ana Claudia Talancón, se casa desde muy joven con un prominente político poblano, el general Andrés Ascencio, interpretado por Daniel Giménez Cacho. Desde el inicio de su relación el carácter hosco e impositivo del general Ascencio choca con la rebeldía y frescura de Catalina. El inescrupuloso general Ascencio logra escalar peldaños dentro de la política mexicana y, de ser gobernador de Puebla, salta a ser un serio aspirante a la presidencia de la República. A lo largo de los años Catalina va conformándose como el contrapeso de su esposo, si bien no con el poder, al menos bajo la forma de conciencia reprochadora que se sensibiliza ante las causas de los oprimidos. Después de muchos años de vivir así, Catalina tiene una aventura (la segunda durante su matrimonio) con un joven idealista, un director de orquesta que lucha por derrocar a los gobiernos caciquiles de México, cosa que le acarreará la muerte a manos de sus enemigos. Esto provocará la ruptura definitiva de Catalina y Andrés, que desembocará en el asesinato de éste a manos de su esposa.

Este es un libro sobre pequeñas reflexiones evangélicas, para negarnos a nosotros y amar más a nuestro salvador Jesucristo. Jesús nos ama como nunca nadie nos va amar.

Autor: HERMAN MELVILLE La historia la narra Ismael, un superviviente del último viaje del Pequod, el barco ballenero comandado por el Capitán Acab. Ismael nos cuanta como se enrola siendo un chaval en el Pequod, un barco que emprenderá un largo viaje mar adentro cazando ballenas, para extraer su preciado aceite. Al poco de empezar el viaje de caza, según va teniendo noticias de Moby Dick por otros barcos, va desviando la ruta del Pequod, incluso dejando de cazar ballenas en el camino para acercarse rápidamente al objeto de su deseo, siendo recriminado por sus oficiales, y con la amenaza del motín siempre presente. Pero el carácter del capitán y su larga sombra impedirán cualquier tipo de rebelión. Nada se interpondrá entre él y su destino