Un joven Teniente se alista en venerada Academia Queens Victoria, Lawrence Valenholt, no está allí solo para servir a su nación como miles de jóvenes cada año, sino que para un propósito más doloroso: limpiar el nombre de su familia, mancillado por la traición y la vergüenza. Hace siete años, cuando la fatídica Guerra Continental estaba en su punto álgido, cobardes disfrazados de patriotas sacrificaron a la Federación. Y cuando el caos cayó sobre todos, culparon a Henrik, el padre de Lawrence. Despojado de su honor, la locura lo devoró hasta a la muerte, y Lawrence, consciente de la razón tras su muerte, vio como el legado de su padre se caía a pedazos. Ahora, con el legado de su padre destruido, una nueva guerra se cierne, traidores malagradecidos rodean a Lawrence, y él, líder ahora de un escuadrón mestizos, despreciados por la misma nación que juraron proteger, se verán obligados a entender por la fuerza lo que esconde la guerra. Una aliada se cruza en su camino, una joven picara cuya influencia puede ayudarles a sobrevivir, pero el enemigo a combatir es implacable. El Imperio de Dragnassil, mismo que los aplastó hace siete años, sigue hambriento de poder. En un campo de batalla donde los manuales de estrategia se reducen a cenizas y las balas vuelan sobre sus cabezas, Lawrence no solo se enfrentará al Imperio, sino a una verdad más dura: su lucha por honor y venganza, podría no significar nada para el mundo. Mientras el peso de su legado lo aplasta y la guerra le da sus primeras lecciones, Lawrence se verá forzado a preguntarse si alguna vez podrá redimir a su familia, o si su destino fue siempre morir como su padre, repudiado por quienes juraron proteger. ¿Podrá Lawrence y su escuadrón sobrevivir en esta guerra? O como tantos otros antes ¿Están condenados a ser recordados, no como héroes, sino como mártires sin nombre?

Un huérfano sin nombre, perdido y atormentado por su pasado. Sus únicas posesiones, un tren, una pistola y... aquel maldito nombre... aquel que le dio su salvador cuando era niño y una maldición que le corrompe la mente a diario... Perdido y sin rumbo, recorre aquellas congeladas vías en solitario, rezando encontrar la paz en algún sitio mientras ve como el mundo, aquel que una vez le quitó todo, se cae, al igual que él, por espinas del pasado... Cansado y perseguido por una tormenta, se detiene en el camino buscando resguardar lo poco que le queda, ahogando sus penas con el dulce néctar del remordimiento... Hasta que la conoce a ella... Una joven tan dulce e inocente, capaz de traerlo a la vida nuevamente y darle un propósito... alguien por quien vale la pena morir... Dime... ¿Cuál es el propósito de una vida vacía, donde ya no tienes nada salvo recuerdos de antaño? ¿Qué hacer si tú único propósito en la vida es morir...?