En un reino oscuro, donde el sol no brilla, Cuatro descendientes tejieron su propia pesadilla. Liz, con corazón de hielo y mirada cruel, Guiaba con tiranía, el terror era su fiel. Jade, guerrero despiadado con alma feroz, En la batalla destrozaba, cual bestia sin voz. Thetis, con su risa, caos y tormenta, La magia en sus manos, muerte violenta. Lilith, sombría y bella, su alma en desdén, Entre sombras y abismos, hallaba su edén. Juntos extendieron el mal y sus pruebas, Cuatro almas unidas, en la oscuridad que ceba. En sus corazones, el eco de los malditos, Lucharon por el caos, sin piedad ni mitos. Descendientes temibles, su legado mortal, En la memoria del reino, su historia infernal.

En los tiempos finales, cuando las sombras se extiendan sobre la tierra, los Cinco Jinetes del Apocalipsis cabalgarán con furia y desolación. La Hambruna, en su corcel esquelético, traerá miseria y escasez, haciendo que los estómagos rugen de vacío. La Plaga, envuelta en manto de infección, sembrará enfermedades que consumirán cuerpos y espíritus. La Muerte, con su guadaña afilada, recogerá almas con su toque gélido y definitivo. La Guerra, con ojos de fuego y espada en mano, dividirá naciones y familias, dejando tras de sí un rastro de destrucción. Y junto a ellos cabalgará Discordia, la capitana, una chica con maldad en sus ojos y sangre de Caos en su interior. En su paso, sembrará la división y el odio, enfrentando a hermanos contra hermanos, amigos contra amigos. Su presencia será un veneno que corrompe corazones y mentes, alimentando la confusión y el caos. En la unión de estos cinco, la tierra temblará y los cielos llorarán. Sus pasos marcarán el fin de los tiempos, y al Caos derrotaran Esta es la historia de como el Jinete de la Guerra y la Capitana de la Discordia se enamoraron en plena Guerra