En un barrio donde la vida no regala nada, vive Allison, una chica humilde que ayuda a su madre, una reina sin corona que se deja la espalda limpiando casas ajenas. Allison suda tinta para entrar al instituto más pijo de la ciudad, ese donde hasta las taquillas parecen influencers. Ella solo quiere estudiar... pero el universo decide trolearla un poco y poner en su camino a Liam Carter, el típico niño bien: guapo sin vergüenza, sonrisa de anuncio y fama de ser problematico y de romper corazones por diversión. Un choque de mundos, vaya. Y entre los pasillos que huelen a dinero, donde todo parece perfecto y calculado, la vida les recuerda que enamorarse no es tan fácil como en las películas.