careenciasdecordura
Morena y Camilo se odian.
No siempre fue así, pero desde que ella tuvo que dejar el baile por una lesión, todo cambió. Camilo estaba ahí cuando pasó, pero en vez de apoyarla, la cagó. Desde ese momento, no hubo vuelta atrás: peleas, indirectas y una tensión insoportable cada vez que estaban en la misma habitación.
Pero por alguna razón-o más bien, por una serie de casualidades demasiado raras-terminan pasando más tiempo juntos. Entre canciones, peleas que se sienten demasiado personales y miradas que antes no existían, Morena empieza a pensar que tal vez, solo tal vez, Milo no es el idiota que siempre creyó.
Mientras ayuda a Camilo con sus propios problemas, se da cuenta de que algunas de las soluciones o reflexiones que hace con él pueden aplicarse también a su propia vida. Este proceso de ayuda mutua puede profundizar su conexión emocional, dándole algo a Morena que no esperaba: crecimiento personal.
Lo que no sabe es que algunas cosas no pasan porque sí.
Y que hay historias que tienen más vueltas de lo que parecen.