Es mi culpa. No debí serle infiel a David. No debí ir a la casa de Fabiola y Hugo. No debí salir escondida esa noche de viernes. No debí saltar por la ventana. No debí cortar la llamada con David haciéndome la dormida.
Fernanda viaja con su familia a la playa y se encuentra con su primo Carlos, que resulta abrumadoramente atractivo. Ambos serán unidos por un secreto que desatará la química prohibida entre los dos.