Sabía que se estaba metiendo en la boca del lobo al pedirle ayuda a la persona que jamás la brindaría sin una buena recompensa, pero, esta vez, Kaveh necesitaba hacer el sacrificio y conseguir una residencia temporal, sin saber que a partir de entonces su relación con Alhacén sería más complicada que la de unos simples compañeros de piso.

Resumen: "Sabes, Mondstadt tiene celdas de la cárcel perfectamente útiles", dijo, mientras sus dedos se aventuraban distraídamente sobre sus diversos hematomas mientras hablaba. "No veo por qué tuviste que encerrarme en el sótano". Diluc levantó la cabeza y lo miró con frialdad. Eres mi responsabilidad. Haré con un traidor lo que me parezca. Un traidor. Había acusado a Kaeya tanto durante la pelea, pero fue mucho peor escucharlo expresado con calma y de manera objetiva. "¿Y cuál es el plan, exactamente?" preguntó, sin mostrar un indicio de su discordia interna. Después de toda una vida de engaños y mentiras, para él era una segunda naturaleza ocultar sus sentimientos. "¿Vas a ser mi verdugo? ¿O tienes la intención de darme una sentencia de por vida?" Diluc somete a Kaeya después de su confesión y lo encierra en una habitación mientras intenta averiguar qué hacer con él. Kaeya aprende lo que ama, lo que teme y que los dos pueden coexistir.