La maldición de Casiopea
iron_soul
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Año 73 d.C. Tras la muerte del emperador Nerón, mi deber era seguir las órdenes de mi padre y General, que tan despiadadamente me había rechazado. Me mandó regresar a Roma, y así hice desde Judea.
Recuerdo a las gaviotas, deseosas del pescado que reposaba en la bodega de los barcos. Es una de las pocas cosas que recuerdo.
Tomé un barco que debía cruzar el Mare Nostrum, pero no lo hizo. Allí conocí a Casiopea, que me pidió ayuda, y yo como un necio le ayudé. Aquella niña, aquel demonio de cuerpo infantil fue el principio del fin, el causante de mi desgracia. De nuestra desgracia, Ángela.
Fui un simple soldado romano, pero he visto lo que nadie, he vivido lo que nadie; he sido lo que nadie.
Mi nombre era Quinto, y fui un dios, muerto por los hombres y obligado a servirles.
Mi nombre es Mors, o Tánatos; ella así me llama.
Soy la muerte, en busca de venganza.
20-9-2015
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