A mediados del siglo XI, en las tierras altas de Escocia, el hijo primogénito del laird del clan MacCallum, Dante, se negaba a obedecer las órdenes de su padre sobre desposar a una mujer a quien siquiera conocía. Pero luego, cuando Duncan le comenta a su hijo la verdadera razón de sus demandas, el hombre no tiene más opción que acatar dicho mandato, aún si este fuere o no de su agrado. Por más beneficioso que aquel acuerdo resultase ser para su clan y su familia, no deseaba partir a tierras MacLachlan y desposar a una mujer que, muy probablemente, poseyera todas las características que él no deseaba en la persona que lo acompañaría el resto de sus días, con quien tendría que formar una familia. Todo cambia cuando, al llegar a tierras MacLachlan, tiene un sorprendente encuentro con una fiera beldad que lo deja intrigado y con ganas de recorrer el clan en su busca. Más no tiene que hacerlo, ella por sí sola llega hasta él y, cuando lo hace, él no podría estar más agradecido con los dioses. Sin embargo, su felicidad pronto le es arrebatada y él deberá luchar contra sus propios demonios para seguir adelante... [...] Está prohibida la copia y/o adaptación de esta obra. #NoAlPlagio

No son sus ojos violetas los que hacen especial a Sienna, sino su capacidad para entrar en los sueños de las personas. Pronto se verá envuelta en una serie de sucesos que harán que las bases de su mundo tiemblen. *** Sienna Clarke nunca ha sido como el resto, pero no es debido al extraño color de sus ojos; desde que recuerda, siempre ha podido entrar e influir en los sueños de la última persona con la que ha hecho contacto visual al irse a dormir. Siempre ha sido así, hasta que un montón de sucesos extraños amenazan con arrancarla de su rutina. ¿Por qué la busca un grupo de enmascarados? ¿Cómo se relacionan ellos con las espeluznantes muertes de los soñadores? Un grupo peligroso, un chico misterioso que parece conocer sus secretos y un asesino que no planea detenerse pondrán en peligro su vida como la de sus seres queridos. Ni los sueños son seguros ya, porque, para Sienna, no termina cuando despierta.