Secuela de "Perfecta Destrucción" Si estás pensado en leer esta historia, es necesario que leas la primera parte para entenderle. Después de despertar de un largo coma, Savannah se enfrenta a una realidad desconcertante: no recuerda nada de lo que ocurrió antes de su trágico accidente. Con una sensación persistente d...
"No te enamores de gente como yo. Te llevaré a museos, y parques, y monumentos, y te besaré en cada lugar hermoso que encuentre para que no puedas ir allí sin saborearme como la sangre en tu boca. Te destruiré de la forma más hermosa posible. Y cuando me vaya, por fin entenderás porqué las tormentas llevan el nombre d...
"A veces las personas que menos esperas son las que más te destruyen, y las que más arruinan tu vida" Savannah deja su hogar en Doncaster, escapando del tormento del alcoholismo de su madre y buscando un nuevo comienzo en Los Ángeles. Allí, se encuentra con un enigmático chico de ojos bicolor que la cautiva desde el...
Elizabeth se siente preparada para retomar su vida después de que tres desconocidos la violaran hace dos años. Es por eso por lo que, tras meditarlo, decide romper con la burbuja en la que se ha sentido segura todo este tiempo y, en lugar de quedarse a estudiar en Córdoba, se muda sola a Madrid. Con el fin de que sus...
Segunda parte de: 100 días con el señor arrogante. Novelas completas disponibles en DREAME
[Reescribiendo] Al romper con su novio, Elizabeth se entera de su embarazo, pero ya no hay vuelta atrás. El alfa nunca más la volvería a amar, o eso fue lo que hicieron que creyera. Cuidar a un pequeño hombre lobo no era nada fácil, y llegó el momento de tomar la decisión más difícil de su vida, dejar a su pequeño e...
Cuando los padres de Samantha deciden irse de viaje, no tienen la peor idea que dejarla a cargo de Tyler, su nuevo niñero. Tyler y Sam son el agua el aceite, sin embargo, deberán aprender a lidiar con sus diferencias.
«Te odio y odio amarte» La chica que conocía murió el día que él me abandonó en esa cama. Seguí adelante, pero él aún está allí. Cada noche inevitablemente veo su sonrisa, sus ojos, su cabello... Por eso es imposible olvidar que todavía tiene un pedazo bastante grande de mi corazón en sus manos. Uno que jamás me será...