ccookiesandcreamm
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Bridget creció con dos padres científicos que pensaron que criar a una hija normal era opcional. Resultado: la convirtieron en su Proyecto, le dieron poderes rarísimos y una infancia basada en esconderse, obedecer y no romper nada con la mente. Cero fiestas, cero amigos, cero drama adolescente... hasta ahora.
Todo se descontrola cuando, por razones muy sospechosas (sí, hay razón y no es bonita), se mudan a Hawkins. Y como si el universo quisiera reírse de ella, le permiten ir a la escuela. Una escuela real. Con gente. Ahí Bridget descubre el caos: amigos, risas, nervios tontos y la peligrosa sensación de sentirse normal.
Y entonces aparece Will Byers: callado, dulce, con cara de entenderte sin preguntarte nada. Con él empiezan a pasar cosas que no entran en ningún experimento: miradas largas, sonrisas involuntarias y ese algo en el pecho que no se puede apagar ni controlar.
Porque al final, lo más peligroso no son sus poderes...
es enamorarse en Hawkins