Todo empezó con un error. Yo. Naciendo. Respirando. Todo terminó con esto. Mi alma. Mis pensamientos. Estoy muerta, aunque esté respirando y observando como los demás hacen su vida. Lo intentó. Intento sobrevivir. Pero, cuanto más me acerco a mi más perdida me siento. ¿Esto es normal? No lo sé. Decidelo tú. Toma, aquí tienes: Mi alma.

Jenna conoció y se enamoró de Evan Rogers cuando tenía 12 años. Eran dos niños detrás de una computadora teniendo un amor a distancia. Evan, desde Chicago, se contactaba a través de las redes sociales con Jenna, a quien había conocido por una compañera de la preparatoria. Durante años, no sólo habían tenido una pequeña historia de amor entre ellos sino que habían crecido juntos y lo habían compartido todo. Jenna sabía que no podía ir hasta allí, sin embargo, su sueño era poder, algún día, conocerlo. Los años pasaron y ese amor de distancia, no sólo se apagó sino que se desmoronó por completo creando un abismo entre ellos y un odio que no dejaba de crecer. Con 23 años y ya de novia, luego de haberse alejado por completo de su amor a distancia y haber perdido contacto con él a cuatro años atrás, Jenna comienza a ver a Evan a través de sus sueños, y no era cada semana sino que... veía a Evan todos los días en sus sueños, en una desesperada búsqueda. No sólo comenzó a buscarlo en la realidad sino que, en el fondo, está dispuesta a encontrarlo. Pero... ¿Qué pasaría si, después de 11 años ella lo viese cara a cara? ¿Y si lo encuentra y él la sigue odiando? ¿Y sí lo encuentra y lo que ve, la decepciona? ¿Jenna está dispuesta a dejar a su novio por un amor del pasado? Y lo más importante, ¿qué hizo Jenna para que Evan la odiase tanto?