A Draco Malfoy no le quedaba nada. A pesar de tener a salvador del mundo, Harry Potter, como su defensor en el juicio contra los Malfoy, Draco no se salvó de una cadena a Azkaban. Con la esperanza de una mejor vida una vez que pagara por el daño que su familia le hizo al mundo magico, Draco acepta su condena con la cabeza en alto. Lamentablemente, pierde todo mientras está encerrado. Con sus padres muertos, sin una casa a la cual llegar una vez acabada su condena y sin nada más por seguir, Draco decide acabar con su vida después de cumplir su deuda con el mundo magico. Hasta que una última oportunidad le llega. Podrá regresar en el tiempo, reparar todo y salvar a su familia. El precio es desconocido, pero aun así Draco acepta el trato. Ahora, un Draco Malfoy de once años con sus recuerdos de sus años en Hogwarts y de la segunda guerra, se emprende un viaje lidiando con sus traumas, los projuicios de las personas que ama y un futuro incierto que depende de que él cambiar. Si mencionar, que es el precio que debe de cumplir. Todo eso mientras en primer año debe de soportar una varita que parece no quererlo.

Draco Malfoy tuvo un primer año complicado y sobre todo: nada planeado. Desde que hizo un trato con un anciano completamente desconocido en Askaban para viajar el pasado y así lograr un mejor futuro (salvar a sus padres de morir sobre todo), su vida se ha visto en vuelta en situaciones que no planeo y tiene que solucionar sobre la marcha. Ahora, en su segundo año en Hogwarts, tiene que lidiar con el heredero de su casa Slytherin para evitar que Hermione Granger (su querida amiga leona) sea petrificada mientras trata de evitar ser quemado de su árbol familiar y cumplir con la parte del trato que le corresponde con el anciano.

El segundo año para Draco Malfoy fue dificil. Vivir con el miedo constante de ser repudiado de su arbol familiar fue estresante, pero su tercer año no es mejor. Tener como tío a Sirius Black, un fugitivo de Azkaban, no es un paseo en el parque ni mucho menos un día tranquilo. Ahora, Draco tendrá que lidiar con el querer proteger a sus amigos leones, porque ¿Adivinen qué? Sirius Black va detrás de Harry Potter. Podrá no tener la mejor relación con el niño que vivió, pero Draco Malfoy es humano y su deseo de proteger a las personas que les importa siempre será su debilidad. Todo eso mientras lidia con preparar a sus amigos para la guerra, tener que seguir al pie de la letra ordenes que el estupido anciano le dejó a finales del año escolar y lidiar con ser un adolescente con sentimientos confunsos.

Draco Malfoy no se considera alguien con suerte. Realmente cree que está maldito y el hecho que se lo confirmen no lo sorprende... hasta que consigue hacer las cosas mil veces peor y ahora tiene que buscar la manera de como solucionarlo. Cuarto año en Hogwarts no solo va a implicar problemas para mantener a Harry Potter vivo luego de que una vez más (como en su vida pasada) lo llamen como el cuarto campeón del torneto de los tres magos, sino también deba de lidiar con la nueva iniciativa que creó en vacaciones con su buena amiga Hermione para así lograr mejorar su situación, porque como siempre, nada en su vida sale como quiere y los problemas aparecen sin buscarlos realmente. ¿Maldición Black? ¿Odio a la sangre Malfoy? Solo dos problemas más para el costal y a seguir adelante.