Yo confieso [ASANOYA]
Asahi no había cometido un solo pecado. Noya los había probado todos. Noya había tenido suerte aquella vez y no iba a ir a la cárcel, sin embargo el juez le había condenado a trabajos en beneficio de la comunidad en un convento de sacerdotes donde iba a conocer a alguien por quien cambiaría todas sus creencias.