VOLVER A TENERTE. (II)
SEGUNDA PARTE DE "Eres mía, preciosa". Entré en su vida, e hice de ella un torbellino sin importarme las consecuencias y lo que vendría con ellas. Qué además vinieron, vino el tormento y las noches de insomnio que me causaba su recuerdo. Sin embargo, teníamos algo en común que nos unía más que todo aquello, algo que s...