No soy tu problema
Un vez lo tengo lo abro con delicadeza y se lo pongo lentamente, me gusta verle sufrir de esta forma. Me coge de los glúteos y me acerca a él para poder penetrarme, una vez lo siento dentro una sensación de seneridad y a la vez agitación me invaden. Aún duele, no tanto como la primera vez, pero hay un pequeño malestar...