Alee_0988
Seungmin solo un muchacho cuando el destino le arrancó lo que más amaba. Un accidente automovilístico lo dejó atrapado entre hierros retorcidos y el sabor metálico de la sangre, mientras sus padres exhalaban sus últimos suspiros a su lado. Desde entonces, la vida se volvió una condena silenciosa. Obligado a vivir con un tío que apenas lo miraba sin que en sus ojos ardiera el desprecio, Seungmin aprendió a mantenerse en silencio, a hacerse invisible... a sobrevivir.
Pero entonces comenzaron a llegar.
Pequeños obsequios colocados con precisión inquietante: una flor marchita en su almohada, cartas escritas a mano con palabras que parecían conocerlo más de lo que él mismo se atrevía a admitir. No había firma, no había pistas...