Hay cinco cosas que vuelven loco a Iván. 1: La forma en la que el rostro inocente de Rodrigo se torna carmesí cuando él le susurra cosas indebidas al oído. 2: Cómo Rodrigo desciende la mirada cada vez que lo siente cerca. 3: Como Rodrigo se resiste cuando él lo retiene contra la pared de la cocina. 4: Como Rodrigo tiembla cuando siente su aliento cerca a su rostro. 5: La forma en la que sus finos y vírgenes labios negándose le resultan tan malditamente provocativos. Porque aunque Rodrigo Ezequiel sea un simple empleado doméstico y él sea el adinerado dueño de la compañía Ivan Buhajeruk no piensa detenerse hasta conseguir lo que su cuerpo busca. Y lo que su cuerpo busca solo tiene un nombre: Rodrigo. ⚠️ ADAPTACIÓN ⚠️