QUERIDO DIARIO
No sé en qué día vivo. Mi mente vive prisionera a la rutina y no es capaz de imaginar una vida tranquila… feliz. Lo único que puedo ver a mí alrededor son personas rotas, como muñecas de trapo. Somos marionetas de una energía, Dios o el propio “destino” a la que nosotros llamamos vida. Y si nos lo planteamos mejor ¿De...
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