IMAGINARIA
para todos
Sabía que estar con Blake era como jugar con fuego y que, tarde o temprano, me quemaría. Sabía que todo él era la tentación en persona. Significaba pecar. Él gritaba peligro y lujuria por todas partes. También sabía, por sobre todas las cosas, que no debía sucumbir ante el encanto de aquellos enigmáticos ojos grises...