Soy Tainxer "Tanque" Lionheart Follo tan duro como conduzco mi moto. No soy un hombre de una sola mujer, las follo, y luego las saco fuera de mi habitación. Las mujeres me aman... Los hombres me temen. Mi MC me respecta. Soy el segundo al mando. Soy el segundo mejor. Nadie puede conmigo, nadie se mete en mi camino. Mato... Follo... Bebo... Soy imparable... Hasta qué... Ella aparece en mi vida. Cuando la vi, me convertí en un Neandertal, en un bárbaro, deseando nada mas que follarla hasta la inconsciencia. Supongo que ahí fue donde me equivoque, porque la maldita realidad es que ella era el jodido Hades en persona. Nixter Carrissifel era una espina clavada en mi costado difícil de remover. Mi marca personal de mujer. Soy Nixter y soy una Bastarda. Y él es mío... Tainxer Lionheart jodió su futuro el día en que puso sus ojos en mí. Soy una Bastards y él es un Riders, dos club hechos para ser enemigos. Nuestro odio era el fuego que alimentaba nuestros demonios. Fuimos hechos para odiarno, matarnos, o eso pensamos. Hasta que rompimos todas las reglas... Los dos hicimos que las reglas fueran hechas mierda, porque las reglas se hicieron para romperse, ¿no es así? Yo lo hice... Y valió la pena cada segundo de ello. Esta novela esta registrada en Safe Creative con el codigo 1806107351309

Soy Suya. Soy De Su Propiedad. Soy Su Locura. Soy Su Lujuria. Soy Su Pasión. Soy Su Tormento. Pero Sobre Todo... Soy Su Salvación. Soy Venus Williams y me enamoré de un hombre veinte tres años mayor que yo. Publicada: 10/06/2018

Desde el instante en que lo vi, quedé cautivada. Mi mundo giraba en torno a él, una dependencia irrefutable. Me hirió profundamente, pero de esa herida surgí fortalecida. Él me destrozó, pero al hacerlo me hizo mas fuerte. Al principio, fue mi condena; sin embargo, terminó siendo mi tabla de salvación. Creí que nunca sería su prioridad, pero me equivoqué: "Yo era su mundo" Pensé que jamás sería su "Ella", pero él me demostró que estaba equivocada. Aunque intenté escapar, él me enseñó que nunca fui solo una amiga, sino su más profundo deseo y, a la vez, su redención.