Hace años, Cristina tomó una decisión equivocada, una que fracturó a su familia y alejó a Matt de las personas que más lo amaban. Ahora, con la Navidad acercándose, ha decidido hacer lo correcto: encontrarlo y devolverle el lugar que siempre le perteneció. Sabe que no será fácil, que el pasado pesa demasiado y que quizás él nunca la perdone, pero está dispuesta a intentarlo, sin importar el costo. Matt nunca pensó que volvería a ver a Cristina. Después de todo lo que pasó, la única opción era seguir adelante, aunque eso significara cargar con la herida de haber perdido a la familia que lo acogió. Pero ahora ella ha regresado con una propuesta que despierta su curiosidad. ¿De verdad pretende deshacer el daño que causó? ¿O hay algo más detrás de su inesperado regreso? En medio de una Navidad llena de recuerdos, arrepentimientos y nuevas oportunidades, Cristina y Matt descubrirán que algunas heridas pueden sanar... y que tal vez el mayor milagro de la Navidad no sea solo el perdón, sino el amor. Ella quiere enmendar el pasado... pero quizás el destino tenga un regalo inesperado para su corazón.

Durante seis años, Matt y Cristina han construido un amor fuerte, lleno de complicidad y ternura. Pero la sombra de un sueño no cumplido amenaza con separarlos. Cristina se ha convencido de que su incapacidad para darle un hijo es una barrera insalvable, una razón suficiente para dejarlo ir. Sabe cuánto anhela Matt ser padre y, aunque el solo pensamiento de perderlo la destroza, cree que lo mejor es apartarse de su camino y darle la oportunidad de encontrar una mujer que pueda hacerlo feliz. Pero Matt no está dispuesto a perder a la mujer que ama. Cuando Cristina desaparece, él no tarda en ir tras ella. No le importan los obstáculos ni las dudas que atormentan su corazón; solo sabe que no permitirá que su amor se esfume por una batalla que no tienen que pelear separados. Mientras la Navidad se acerca, entre la nieve, los recuerdos y la fuerza de un amor que se niega a rendirse, Matt luchará con todo lo que tiene para demostrarle a Cristina que la felicidad no se mide en lo que falta, sino en lo que han construido juntos. Porque para él, el mayor regalo no es un hijo, sino ella.