textos cortos, rimas presumidas, espinas indirectas, una adolescente que no despega la mirada del teléfono y cuatro poetas asesinados por las modas urbanas.
Líricas madrugadoras,
sin café que me sustente el desvarío mental que obtengo después de tanta palabrería loca.
Collage de portada: obras de Katrien De Blauwer.