Tan solo son fragmentos sempiternos,
hechos de mis numerosas galaxias en resiliencia.
Ando presa en universos paralelos,
convirtiéndome en el caos cósmico,
que los astronautas temían.
Nadie dijo que todos los comienzos son finales sin fecha exacta,
en donde al final del laberinto habíta un vacío
que irradiaba un todo
y se convertía en nada.