Perversa Adición
Ella es mía. De mi propiedad. Y nadie toca a mi propiedad. Yo la quería y me la llevé. Olivia es mía y se acostumbrará a serlo, porque no hay nada que pueda hacer al respecto. No me importa tenerla cautiva en mi finca, la necesito a ella, no su opinión. Olivia no tiene ni idea de lo que enciende en mi interior, pero...