venusisaliar
Es lo único que somos: un experimento.
Pensaba que ya tenía esa idea bien grabada en mi cerebro, pero no. Caló profundamente, como un vaso de agua helada, en el momento en el que él se fue. No fuimos creados para ser libres, no fuimos creados para amar, ni siquiera para sentir nada. Pero eso no hacía del dolor en mi pecho algo menos real.
Las gotas de sangre resbalaban entre mis dedos y caían como plumas escarlata. Pero ya nada de eso importaba, si es que alguna vez lo hizo. Nunca volvería a verle. ¿Qué más me daba todo aquello? Lo único que quería era estar a su lado.
Mis rodillas caen al suelo, siento el mundo derrumbarse a mi alrededor. Si alguien gritó mi nombre, ya no lo recuerdo. Tan sólo rezo para que alguien me arranque el corazón. Porque ni lo necesito, ni lo quiero. Ya no.