Beth172856
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En una era en que el ingenio humano apenas comenzaba a forjar los cimientos del futuro, los inventores eran pocos, y su talento, un tesoro codiciado. Ekko era uno de esos elegidos. Aclamado por su brillante mente y su incansable hambre de conocimiento, su vida parecía destinada a la grandeza. Para el mundo, era un joven prodigio viviendo el sueño de cualquier hombre ambicioso. Pero en el silencio de la noche, su mente era prisionera de un tormento que no lograba entender.
Una y otra vez, un mismo sueño lo arrastraba a un lugar oscuro, una hoguera crepitante en medio de la nada, donde una joven de largo cabello azul y piel tan pálida como la luna era consumida por las llamas. No gritaba, pero sus lágrimas ardían más que el fuego mismo. Ekko despertaba siempre con el pecho oprimido, incapaz de olvidar su rostro... un rostro que jamás había visto en la realidad, pero que sentía, en lo más profundo de su alma, que conocía desde siempre.Algo, o alguien, lo llamaba desde aquellas llamas.