-No sigue ninguna estrategia -masculló Amane tras esquivar un balonazo que Tsukasa había devuelto sin mirar-. Es peligroso. El entrenador no se inmutó. -Tiene potencial. Solo necesita disciplina. Y eso era exactamente lo que Amane no quería oír. Porque "potencial" significaba que no se iría. Que iba a quedarse. Que iba a ocupar espacio. -No, en serio. Es imprudente, no escucha, rompe las formaciones. Esto no es solo inexperiencia. No tiene mentalidad de equipo. El entrenador lo miró de reojo sin dejar de escribir en su pizarra. -Y sin embargo, ha tocado más balones que la mitad de los suplentes hoy. -¡Por reflejo! Solo reacciona. Ni siquiera lee el juego. Está probando suerte. El entrenador bajó la pizarra. -¿Y no es para eso que vienen a entrenar? Justamente porque aún no saben. Amane apretó los dientes. Sabía que estaba quedando mal. Que se estaba excediendo. Pero no podía frenarse. Cada risa de Tsukasa lo descentraba. Cada caída. Cada mirada. Cada vez que su voz resonaba en esa cancha como si fuera suya. No podía respirar tranquilo con él allí. -Lo que intento decir -añadió, más bajo- es que hay chicos que han estado desde primero. Que entrenan, que esperan su turno. Y él solo llega un día y ya... -Ya demuestra tener algo -interrumpió el entrenador, sin dureza pero con un límite claro-. Nadie dijo que tenga un puesto asegurado. Pero tiene derecho a intentarlo. Amane desvió la vista. Y allí estaba. Tsukasa, al otro lado del gimnasio, tirado de espaldas sobre la cancha con los brazos extendidos, riéndose de algo que dijo uno de los suplentes. Su camiseta se había subido con la caída, dejando ver el abdomen mojado por el sudor, subiendo y bajando con cada carcajada. Manchado, despeinado, escandaloso... y hermoso. Demasiado. Amane giró la cara bruscamente. -Solo... no quiero que esto afecte al equipo. El entrenador guardó la pizarra sin más comentarios. -Enton

-Deberías quitarte esa camisa antes de que te resfríes -comentó Amane finalmente, rompiendo el silencio. Su tono era casual, pero el comentario hizo que Tsukasa se congelara en su lugar. -¿Qué? -balbuceó, sintiendo cómo el calor subía nuevamente a su rostro. "Esta historia es un viaje fuera de secuencia."

Era... idéntico. No parecido. No vagamente similar. Idéntico. Mismo rostro, misma expresión felina, incluso el mismo tono de piel. Pero había algo más inquietante que el parecido físico: era como si una parte de mí que no conocía hubiera estado esperando este momento sin saberlo.

-Tu cabello está más suave hoy. ¿Te pusiste mi acondicionador? -murmuró, demasiado cerca. -Tsukasa... -advirtió Amane en voz baja, sin levantar la vista-. Estamos en clase. -¿Y eso qué? Nadie nos está mirando. Akane los estaba mirando. Intensamente. Y no porque fuera entrometido. O bueno, sí, un poco. Pero era más que eso. Era... extraño. La forma en que Amane se quedaba quieto cuando Tsukasa lo tocaba. No en plan resignado, sino como si estuviera tratando de no explotar. El leve temblor en sus dedos, que solo se notaba si uno lo estaba observando de cerca. La manera en que su espalda se tensaba cada vez que Tsukasa se inclinaba hacia él. Era como ver a alguien sosteniendo la respiración. Por demasiado tiempo. Akane alzó las cejas. Sonrió. La clase siguió como si nada, aunque todo había cambiado un poco. Porque ahora Akane estaba seguro de algo que antes solo sospechaba: Había algo raro entre esos dos. Y raro no en plan "son gemelos raros". Raro como en "esto no lo sabría explicar sin que me expulsen". -Oye, Tsukasa -dijo, fingiendo interés-, ¿te importaría tocarme el pelo a mí también? Si vas a repartir caricias, al menos reparte parejo, ¿no? A mí también me gusta que me despeinen.

-Estás temblando -comentó, sin dejar de observarlo. -Es que... estás todo... -Amane tragó saliva-. No sé cómo... qué se supone que... -¿Que hagas qué? ¿Te vas a quedar mirándome o vas a hacerte cargo? La voz de Tsukasa era baja, cruel, con esa dulzura venenosa que hacía que todo lo que dijera sonara como un reto. -Vamos, Amane. Sé bueno. No me hagas rogarte -añadió. Amane respiró hondo. Sus manos, aún a los lados, se cerraron lentamente. Bajó la mirada. Y entonces, cayó. Se arrodilló frente a él. No como quien dirige. Sino como quien no puede más con el peso de lo que desea. Su mano rozó el muslo de Tsukasa. Dobló los dedos. Y, despacio, con los labios aún húmedos y la frente ardiendo, acercó la boca al borde de la piel pegajosa. Lamió una línea justo por encima del hueso de la cadera. La miel se le quedó en la lengua. Espesa. Tibia. Pero más que dulce, tenía un sabor nuevo: el de la rendición. -T-Tsukasa... -susurró, sin mirarlo-. Déjame... seguir. Tsukasa no respondió de inmediato. Bajó una mano hasta enredarla en su cabello, sujetándolo sin fuerza, pero con decisión. Como si lo tuviera donde quería. -Así me gusta -dijo, con voz ronca y burlona-. Dulce, ¿no? Amane cerró los ojos. No por placer, sino porque si lo seguía mirando, iba a romperse. Su lengua bajó al muslo derecho, lento, reverente. Luego al izquierdo. Hacía un trazo largo, tembloroso, y volvía a subir. La miel se pegaba a su aliento, a su boca, al pecho que apenas podía controlar. Cada línea dejaba un rastro cálido que parecía marcarlo a él tanto como a Tsukasa. -Buen chico -murmuró Tsukasa, acariciando su cabeza-. Más abajo. Amane obedeció. Lamió el hueco entre muslo y short, sintiendo cómo la tela húmeda lo rozaba. Le costaba respirar. Estaba jadeando, con el corazón a mil. Pero seguía. Porque si se detenía, se derrumbaba.

Vulnerable ante ti. Totalmente diferente. Pero... ¿qué es ser vulnerable, realmente? ¿Es acaso permitir que alguien vea lo que ni tú mismo entiendes? ¿Es dejar que tus silencios se escuchen y que tus gestos digan más que tus palabras? ¿Es mirar a alguien sabiendo que podría romperte y aún así acercarte? Ser vulnerable ante ti no es debilidad. Es la forma más cruda de honestidad que tengo. Es no tener miedo de temblar frente a ti, de admitir que me importas, que algo en mí se desarma cuando me miras como si supieras más de mí que yo mismo. Ser vulnerable es no esconderme. Es bajar la guardia y dejar que seas tú quien vea lo que los demás apenas notan. Y contigo... eso no me asusta. No como antes.

"Skate or Fade" (o en japonés: "疾走する運命 -Shissō suru unmei-" / Destinos en carrera) "Skate or Fade" juega con la frase "skate or die", una expresión del mundo del skateboarding que habla de vivir intensamente dentro de esa cultura. "Fade" sugiere desaparecer, desvanecerse, perderse o incluso rendirse. Eso da una dualidad muy potente: vivir plenamente o apagarse. El subtítulo japonés "疾走する運命" (shissō suru unmei) literalmente significa "un destino que corre / se precipita", lo que añade una sensación de urgencia o inevitable desenlace. "No sabían cuánto les quedaba, pero mientras sus ruedas tocaran el asfalto y sus miradas se cruzaran en el aire, seguirían corriendo. Contra el tiempo. Contra el miedo. Contra ellos mismos."

-Pero aun así... admitiste que no quieres que otro alfa me toque -repitió, inclinando la cabeza hasta quedar peligrosamente cerca de mi rostro. -Estás malinterpretando las cosas -dije, con un tono lo suficientemente seco como para sonar calmado.

-¿Vivos en qué, exactamente? Porque esto no es vivir. Su tono era neutro. Pero cada palabra era una daga. -Esto -dijo, con un leve gesto que abarcaba todo a su alrededor- es un remiendo mal cosido. Una burla. Un escenario montado para que actuemos papeles que no elegimos. Akane no contestó. -Ustedes pueden llamar a esto supervivencia -continuó Teru, con voz baja, casi educada-. Yo lo llamo traición. Yashiro lo miró. Había algo en su rostro que nunca había visto en él antes. Ya no era solo el Teru firme y protector. Era alguien que también estaba roto. Pero lo escondía bajo una capa de control perfecto. -Superior... -dijo, apenas, con un hilo de voz. Teru no respondió. Solo mantuvo la mirada en Akane. -¿Hasta dónde están dispuestos a negar lo que fuimos? -preguntó-. ¿Cuántas veces piensan enterrar al pasado antes de que los consuma? El silencio se apoderó del lugar. No hubo respuesta. Y tampoco la necesitaba. Porque esa era una pregunta que ninguno de ellos podía responder sin mentirse.

(ᴀᴍᴀɴᴇxᴛsᴜᴋᴀsᴀ) 𝘕𝘰 𝘦𝘯𝘵𝘪𝘦𝘯𝘥𝘰....¿𝘗𝘰𝘳𝘲𝘶𝘦 𝘵𝘶𝘷𝘦 𝘲𝘶𝘦 𝘦𝘯𝘢𝘮𝘰𝘳𝘢𝘳𝘮𝘦 𝘥𝘦 𝘵𝘪?....¿𝘗𝘰𝘳𝘲𝘶𝘦 𝘥𝘦 𝘵𝘪?...𝘕𝘰 𝘭𝘰𝘨𝘳ó 𝘤𝘰𝘮𝘱𝘳𝘦𝘯𝘥𝘦𝘳 𝘭𝘰....𝘗𝘦𝘳𝘰 𝘩𝘢𝘳é 𝘵𝘰𝘥𝘰 𝘭𝘰 𝘱𝘰𝘴𝘪𝘣𝘭𝘦 𝘱𝘰𝘳𝘲𝘶𝘦 𝘦𝘴𝘵𝘦𝘮𝘰𝘴 𝘫𝘶𝘯𝘵𝘰𝘴.♡ 𝗔𝗱𝘃𝗲𝗿𝘁𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮.⚠︎ 𝗦𝗶 𝗻𝗼 𝘁𝗲 𝗴𝘂𝘀𝘁𝗮 𝗲𝘀𝘁𝗲 𝘀𝗵𝗶𝗽𝗽 𝘁𝗲 𝗽𝗶𝗱𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝘁𝗲 𝗿𝗲𝘁𝗶𝗿𝗲𝘀.