Andy, un amante de la filosofía decide empezar a escribir un diario por consecuencia de todas las cosas que le están sucediendo en su día a día. Siente la necesidad de vaciar su interior para poder así sentirse quizás un poco bien consigo mismo. Escribir un diario no es nada raro, pero sí lo es para él por lo que pretende contar. No son las típicas historias que le suceden a un joven cualquiera en una rutina cualquiera, es más que eso. Sabe que todo lo que escribirá le causará un momentáneo dolor interno, pero cree que debe hacerlo. Poco a poco va dejando constancia de la locura en la que ya está envuelto y las trágicas historias van manchando sus páginas, historias dolorosas y espeluznantes que traen consigo una premisa final.

Donde los sueños y las pesadillas son uno, donde la imaginación no tiene límites, allí es donde se encontraba nuestro protagonista: Mike. Un joven que soñaba con los ojos abiertos, en un mundo donde ser un soñador era una bonita locura. Evadirse del mundo era lo mejor, y él lo sabía, pero también sabía que sus sueños, en sueños se iban a quedar. Pensaba que los sueños son todo lo que deseamos tener y nunca conseguiremos. Él siempre decía que mataría por cumplir sus sueños porque no había un lugar más bonito y agradable donde vivir que allí, hasta que un día vio, sintió y tuvo lo que quería, lo que verdaderamente soñaba, día sí y día también. Todo parecía perfecto, pero nada lo es. ¿Qué podría haber de malo en vivir en un eterno sueño propio? ¿Podría al final ser feliz en un mundo paralelo? Y lo más importante... ¿A qué precio?