Amandx002
Para Noah, la gimnasia era más que un deporte; era su refugio, su segunda casa. Un lugar donde desafiar la gravedad y encontrar su equilibrio. Cada giro, cada salto, cada aterrizaje perfecto era un triunfo sobre sus miedos e inseguridades. Su vida había consistido en entrenamientos agotadores, victorias brillantes y en la búsqueda incansable de la perfección. Pero un día, toda su vida se dio vuelta. Un accidente, una traición, un sueño roto. En medio de la oscuridad y el dolor, una melodía inesperada se filtró en su corazón; una canción que le susurraba esperanza y la invitaba a reconstruir su vida. Un ritmo nuevo, diferente, irrumpió en su silencio, llenando el vacío con una fuerza desconocida. Un ritmo que le recordaba que la música podía sanar las heridas más profundas y que la vida, a pesar de todo, continuaba. Pero no estuvo sola. Una presencia inesperada, una mano amiga, la ayudó a encontrar la luz en la oscuridad, guiándola a través del dolor y la confusión. Una voz que resonaba en su alma y que le susurraba la promesa de un nuevo comienzo.