Lilith Maravé creció entre rezos, vitrales y silencios. Educada en un convento aislado del mundo, se esperaba que fuera un ejemplo de pureza... pero desde pequeña supo que no había sido hecha para obedecer. Fuma a escondidas, se escapa por las noches, colecciona faldas cortas como otros coleccionan estampas de santos, y confiesa sus pecados con una sonrisa provocadora en los labios. Sus palabras desarman a las monjas, su descaro las escandaliza. Pero nada parece detenerla... hasta que es enviada al despacho del Padre Richard Ríos, el sacerdote de más alto rango del convento. Un hombre severo. Imponente. Intocable. ¿O no tanto? Lo que empieza como una penitencia se transforma en un juego de miradas, de tensión y tentaciones contenidas. Lilith ya no solo desafía las reglas del convento: desafía los límites de la fe, del deseo, y del poder. Porque a veces, el pecado no busca redención. Busca un nombre. Y el suyo... es Lilith.

Adriana Gonzáles trabajaba en las noches en una gasolinera , sola y en la oscuridad. Todos le advertían sobre ladrones y los peligros de la zona ,si ella hubiera sabido que su peligro era moreno y tatuado desde un principio se hubiera arriesgado..

¿Lo que pasa en Las Vegas se queda en Las Vegas...? Ojalá. Richard discutió con su novia porque quería ir a una despedida de soltero. Ella dijo: "No vayas." Él fue. Y al otro día, despertó: - Con un traje de boda. - Un anillo en la mano. - Un enano en su cama. - James desnudo en el piso. ¿La cereza del pastel? Está casado. Con una completa desconocida. Y alguien quiere que ese matrimonio dure... a toda costa. Una historia de excesos, errores inolvidables (aunque él no recuerde nada) y decisiones que se toman con demasiado tequila encima. ¿Lo que pasa en Las Vegas se queda en Las Vegas? Richard espera que sí... pero la ciudad tiene otros planes.

no es una historia de amor. Es una colección de 34 one-shots, cada uno dedicado a un deseo que tal vez no te atreverías a confesar... pero que podrías terminar deseando. Unas veces suave, otras veces sucio. A veces romántico, otras simplemente oscuro. Aquí encontrarás fantasías que arden en silencio: juegos de poder, placer negado, cuerpos atados, miradas ocultas, palabras que encienden más que las manos. Este libro no juzga. Solo prende fuego. Cada historia es una invitación. Cada capítulo, un pecado distinto. ¿Hasta dónde estás dispuesta a leer con una mano?

Sahara no habla. No porque no pueda... sino porque decidió no hacerlo más. Luego de cambiarse a un nuevo colegio, arrastrando un pasado que la dejó marcada y una voz que eligió guardar, Sahara deberá enfrentarse a lo que más teme: ser vista. Pero no está sola. Richard, un chico popular y problemático, es asignado por un profesor como su tutor. Lo que al principio parece una simple "tarea de redención", se convierte en el inicio de una conexión inesperada, profunda... y peligrosa. Porque Sahara guarda secretos. Y Richard también. ¿Qué harías si la única persona que se niega a hablar... es la única que realmente te escucha?