Cuenta la historia de un príncipe heredero, atrapado entre su deber y su corazón. Obligado a casarse por el bien de su reino, Gi-hun nunca imaginó que encontraría el amor en un caballero leal, In-ho, enviado para protegerlo antes de la ceremonia. A medida que su vínculo se fortalece, el peligro acecha y los dos se ven forzados a tomar una arriesgada decisión.

In-ho pasó su vida mirando el cielo nocturno, buscando respuestas entre las estrellas. Pero una noche, su telescopio le muestra algo que desafía toda lógica: un chico atrapado tras unas rejas, tan irreal como un astro perdido. ¿Qué secretos esconde su vecino? ¿Y por qué su corazón late como si acabara de presenciar un milagro? Pareja principal: In-ho x Gi-hun Pareja secundaria: Jun-ho x Gongyoo 18/04/2025: #1 en #estrellas B: 22/02/2025 E: 15/04/2025

Un encuentro casual en un bar desencadena una pasión intensa entre un joven estudiante y un apuesto maestro. Pero cuando regresa a la escuela, descubre que él es su nuevo profesor. ¿Podrán mantener su amor prohibido en secreto, o serán descubiertos?

La obsesión de Ali y Gi-hun por Sang-woo e In-ho llega demasiado lejos

Ser el presidente de la nación más poderosa del mundo no era tarea sencilla. Exigía precisión, determinación y una mente impenetrable. In-ho lo sabía mejor que nadie. Se había forjado en la disciplina, en la lógica implacable que regía su existencia, en el dominio absoluto de cada situación. Nada escapaba a su control. Nada debía hacerlo. Y entonces llegó él. Un guardaespaldas que no había solicitado. Que le habían impuesto con argumentos sobre seguridad, como si él no fuera capaz de medir el peligro por sí mismo. Gi-hun era una sombra persistente en cada uno de sus movimientos, un reflejo de todo aquello que despreciaba: espontaneidad, terquedad, una obstinada irreverencia que ponía a prueba su paciencia. Y su autocontrol. Desde el primer momento, Gi-hun fue un problema. No se doblegaba ante la autoridad con la misma facilidad que los demás. No se amedrentaba con una mirada severa ni con órdenes secas. Su presencia era un recordatorio constante de que, por primera vez en años, alguien más tenía permitido invadir su espacio personal. Y lo hacía sin el menor recato. Era exasperante. Era insoportable. Era... peligroso.

La señora Seong es una mujer omega que sueña con que sus hijos tengan los lujos y riquezas de los que ella no pudo gozar, y para cumplir sus sueños está dispuesta a arriesgarlo todo.

Si tú también sentiste que el final de Squid Game te rompió el corazón... esta historia es para ti. Aquí no hay despedidas eternas, solo reencuentros que curan. Te invito a leer el final que Gi-hun e In-ho merecían. Uno donde, pese al dolor, el amor encuentra su lugar. Sanemos juntas, palabra a palabra, abrazo a abrazo. Porque en mi mundo, el amor no muere... florece. Creditos de el Fanart de la portada a quien corresponda (doy creditos)

Seong Gi-Hun es un omega. Pero también es el ganador de los juegos del calamar. Ha ganado, ha salido y busca venganza. Pero una noche con un alfa que no conoce, se lo pondrá todo más difícil. Y más confuso. ⚠️: todos los derechos reservados. ⚠️: los personajes no me pertenecen. ⚠️: habrá escenas +18. ⚠️: todos los personajes son mayores de edad. ⚠️: todo es ficción.

Inho jamás habría esperado que un jugador llamaría tanto su atención. Hasta tal punto de sentirse nuevamente vivo, con fuego ardiente en su interior cada vez que le miraba a través de esas pantallas. Pero no era suficiente verlo, apreciarlo y desearlo de lejos. Debía acercarse, y eso haría. +18 Portada hecha por mí.

Cuando Seong Gi-hun, un joven rebelde de 19 años, es obligado por su estricto padre a ingresar a una prestigiosa escuela militar para "convertirse en un verdadero hombre", no imagina que su vida cambiará para siempre. Allí se encuentra con el temido Instructor Hwang -In-ho-, un hombre de 25 años con fama de ser despiadado, perfeccionista y absolutamente inalcanzable. Pero bajo las normas férreas, los entrenamientos brutales y las órdenes gritadas al amanecer, comienza a surgir algo más entre ellos: una tensión que ni las reglas más estrictas podrán controlar.