Lily Bainbridge es la chica que volvió del manicomio y ve cosas que nadie más ve. Patricia Stanton es la típica chica popular cruel que esconde moratones bajo el maquillaje y una sonrisa que duele. Se odian: en los pasillos, en el comedor, en cada mirada que cruzan. Hasta que globos rojos empiezan a seguirlas a las dos. Y el odio se convierte en la única forma que tienen de decir "no te mueras todavía".