La realidad empezó a fallar. Primero fueron luces que parpadeaban, calles vacías, sombras que no deberían moverse. Glitches. Pequeños errores. Cosas que cualquiera podría ignorar... menos yo. Pero los fallos crecieron. Se multiplicaron. Se volvieron imposibles de explicar. Y un día, el mundo se rompió. Fragmentos de otras realidades empezaron a mezclarse con la nuestra: lugares que no existen, criaturas que no deberían estar vivas, estructuras que desafían toda lógica. Como si millones de mundos hubieran sido comprimidos en uno solo. Mientras los gobiernos intentan ocultar lo que pasa y las noticias desaparecen antes de publicarse, nosotros -tres primos comunes, sin nada especial- somos los únicos que vimos los primeros errores. Los primeros bugs. Ahora no sabemos si estamos destinados a descubrir la verdad... o si somos parte del error. Infini Bug es la historia de un mundo que deja de obedecer sus propias reglas. Y de tres personas que, aunque no lo quieran, quedaron atrapadas en el comienzo del fin.