Cuysitoo
Lo que debería haber sido una simple anécdota en una conferencia de prensa se convierte en el catalizador de un inesperado juego de celos y emociones a flor de piel. Cuando el micrófono de Max Verstappen falla, Carlos Sainz se adelanta para ayudarlo, dejando a un Checo Pérez visiblemente molesto. Para Checo, ese pequeño gesto fue suficiente para encender la chispa de los celos. Decidido a 'castigar' a su alfa por lo que consideró una falta, Checo lo priva de lo que más anhela: sus besos y caricias. Sin embargo, como el omega travieso que es, no todo es tan serio. Mientras Max sufre por la ausencia de afecto, Checo disfruta del juego, aprovechando su enojo como excusa para deleitarse con la reacción de Max. ¿Quién saldrá victorioso en este duelo de celos y caricias?