Temida por hombres y demonios, Muzan es obligada por el destino a enfrentar el único desafío que nunca quiso: criar a un bebé. Okita, pequeño pero luminoso, la obliga a replantearse su propia existencia mientras intenta ocultar sus debilidades ante las Lunas Superiores. Un contraste entre oscuridad y un amor que asusta más que la muerte. Imagen hecha en IA porque no encontré una y no sé dibujar pipipi.